Sabiduría De Las Mujeres Celtas

Está claro que las mujeres celtas gozaban de mayores derechos y estatus que mujeres de otras culturas en la misma época. Varios escritores latinos y griegos nombran a las Dryades o mujeres druidas, un tema que queda confirmado por las fuentes celtas.

A diferencia de las mujeres Griegas o las Romanas, controladas absolutamente por su padre o tutor, su esposo o su hijo, aunque con mayor libertad de movimiento que las mujeres Griegas, la mujer Celta podía llegar a tener la máxima autoridad (p.ej. Boudicca, reina de los Icenos, líder guerrera de las tribus del sur de Britania).

Las mujeres de origen Celta eran criadas tan libremente como los hombres. A ellas les era dado el derecho de elegir su compañero y nunca eran forzadas a una relación que no querían. Eran enseñadas a trabajar para garantizar su sustento, eran excelentes amantes, amas de casas, y madre. Estas son algunas de sus lecciones:

“Ama a tu hombre y síguelo, pero solamente si cada uno representa para el otro, lo que la Diosa Madre enseñó: amor, compañerismo y amistad.”

“Jamás permitas que un nombre te esclavice: naciste libre para amar y no para ser esclava”

“Jamás permitas que tu corazón sufra en nombre del amor. Amar es un acto de felicidad ¿Por qué sufrir?”

“Jamás permitas que tus ojos derramen lágrimas por alguien que nunca te hará sonreír”

“Jamás permitas que el uso de tu cuerpo sea cercenado. Tu cuerpo es la morada del espíritu. ¿Por qué mantenerlo aprisionado?”

“Jamás te permitas estar horas esperando a alguien que nunca vendrá, aunque te lo ha prometido”

“Jamás permitas que tu nombre sea pronunciado en vano por un hombre cuyo nombre ni siquiera sabes”

“Jamás te permitas desperdiciar tu tiempo con alguien que no tiene tiempo para ti”

“Jamás permitas oír gritos en tus oídos. ¡El Amor es lo único que puede hablar más alto!”

“Jamás permitas que pasiones desenfrenadas te lleven de un mundo real a otro que nunca existió”

“Jamás permitas que otros sueños se mezclen con los tuyos, volviéndolos una gran pesadilla”

“Jamás creas que alguien puede volver cuando nunca estuvo presente”

“Jamás permitas vivir dependiente de un hombre como si hubieras nacido inválida”

“Jamás te pongas linda y maravillosa a fin de esperar un hombre que no tendrá ojos para admirarte”

“Jamás permitas que tus pies caminen en dirección de un hombre que vive huyendo de ti”

“Jamás permitas que el dolor, la tristeza, la soledad, el odio, el resentimiento, los celos, el remordimiento, y todo aquello que pueda sacar el brillo de tus ojos, te dominen, haciendo enfriar la fuerza que existe dentro de ti”

Y sobre todo: “Jamás pierdas la dignidad de ser mujer”

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